
¿Cómo puede la gente tu amor rechazar
cuando Tú dispuesto y pronto estás a salvar?
Como a su enemigo te llegan a mirar
y de tu querer no se quieren enterar.
Todo ser su camino en esta vida toma
y el pecado su trabajo hace cual carcoma.
Y pronto el hombre ante la eternidad asoma
y se encuentra que Dios no era ninguna broma.
Y oyen que les amas y quieres perdonarles
y cuando el día venga contigo llevarles.
Y que de ningún modo Tú quieres culparles
y de todos sus fallos anhelas librarles.
Y todos los hombres la espalda te hemos dado,
no nos sometimos a Quien nos ha creado.
Tu santo honor con gran saña hemos mancillado,
el nombre divino de Dios hemos manchado.
Por esta razón el santo Ser está airado,
porque cada cual de la senda se ha desviado.
Nuestras propias vidas las hemos arruinado,
y al Dios Todopoderoso hemos afrentado.
Mas no temas, hombre, que esto es solucionado,
pues un gran Dios de amor se nos ha revelado.
Nos ha dado el más sublime comunicado
para todo a quien el yerro ha esclavizado.
El ofendido Dios por su amor cautivado,
el Hijo inocente por pasión ha mediado.
La culpa del reo pagó, ha sido humillado,
por nuestro maldad el Hijo fue abandonado.
Y nuestra salvación, por amor se ha ganado,
y en el cielo su Nombre es ya vitoreado.
Y Jesús por siempre es a todos anunciado
para perdón del que a la cruz viene cansado.
Como a su enemigo te llegan a mirar
y de tu querer no se quieren enterar.
¿Cómo puede la gente tu amor rechazar
cuando Tú dispuesto y pronto estás a salvar?
Elisabeth Ramos